martes, 3 de junio de 2014

LA UNIÓN HACE LA FUERZA, ROMPIENDO LA BRECHA ENTRE MUJERES



 El rol de la mujer en la sociedad es muy importante y fundamental para el fortalecimiento de las familias, para el desarrollo de las comunidades y el crecimiento de la sociedad. El trabajo de las mujeres no es valorado porque la incorporación creciente de las mujeres en actividades generadoras de ingresos ocurre en condiciones específicas de desventaja, como el acceso desigual de derechos y beneficios sociales, oportunidades desiguales de desarrollo personal y laboral así como remuneraciones inferiores por trabajos equivalentes. (Wanderley, 2008) entonces si las mujeres participan en otras actividades no pueden desempeñarlas con las mismas facilidades que pueden los hombres es por eso que deben unirse como mujeres para poder desarrollarse como personas pero entre mujeres pasa todo lo contrario las brechas entre mujeres son más amplias por el hecho de que no se dan cuenta que se necesitan una a la otra, tomemos un ejemplo importante como es la ayuda doméstica, el trabajo doméstico visibiliza como las fronteras de genero combinadas con las fronteras de etnicidad y estrato socio- económico definen desigualdades no solamente entre hombres y mujeres, también entre mujeres. (Wanderley, 2008), entonces como se quiere crecer si entre mujeres no dejan de crear fronteras e impedimentos que hacen que no puedan estar unidas para la lucha que ya la sociedad con los hombres han impuesto. Es por eso que se debe cerrar primero la brecha creada en los hogares que ponen en una situación discriminante a las trabajadoras domésticas que son tan importantes.
En un estudio sobre la organización del trabajo en los hogares de clase media alta en las ciudades de Bolivia se comprobó la centralidad de las trabajadoras domésticas para el ingreso de las mujeres de estos hogares al mercado de trabajo. Además se evidencio que la trabajadora del hogar contribuye significativamente para amortiguar las presiones por una mayor participación de los varones en las actividades cotidianas de la familia. (Wanderley, 2008). El trabajo realizado por las trabajadoras de hogar es un trabajo que no tiene delimitación de horario, no se respetan sus descansos, su privacidad, el control de su vida; negándoles de esta forma el acceso a la educación, a la libertad sobre su propia vida y quienes son las causantes de esta desvalorización son también las mismas mujeres , de igual forma existe discriminación en otras organizaciones donde las jefaturas son desempeñadas por mujeres, por eso es que gran parte de las mujeres prefiere reconocer más la autoridad masculina que la femenina y aceptar ser “mandadas” por hombres, aún sabiendo que éstos no cumplirán con sus demandas específicas. La aceptación de la “autoridad” masculina y el rechazo del liderazgo femenino es reconocida y hasta justificada por las mujeres con el argumento de que los “hombres son más solidarios” con las mujeres que las mujeres entre sí. (Ibernagaray, 2012).
Entonces se debe entender que para que exista la igualdad de generos es necesario en primer lugar el apoyo entre mujeres porque como se quiere que los hombres acepten la igualdad de generos si las mujeres no aceptan la igualdad entre ellas mismas; en segundo lugar las mujeres deben apoyarse para promover la inserción laboral porque como personas tambien tienen derecho al trabajo y a la igualdad de oportunidades porque el trabajo ayudaría a las mujeres a tener independencia económica que posibilitaría adquirir su propia autonomía que le ayudaría a su desarrollo personal, también el trabajo le ayudaría a obtener autovaloración y autoestima mediante el desarrollo y ampliación de las perspectivas profesionales.
Teniendo en cuenta estos elementos, es fácil deducir las consecuencias del desempleo sobre la vida de las personas, y si cruzamos este dato con el porcentaje mayor de desempleo en mujeres es determinante que las mujeres sean incluidas en los sectores laborales necesarios para su desarrollo y reconocimiento social. Pero eso se logra con mucho trabajo y participación en las políticas de los países con representaciones femeninas y para obtener esas representaciones es necesario el apoyo a las asociaciones femeninas para poder hallar las representantes femeninas que hagan escuchar las necesidades de las mujeres, que se tomen en cuenta y se propongan soluciones.
Debemos aprender a unir los lazos entre mujeres y apreciar cada trabajo que realizan ya sea remunerado o no, porque su trabajo es escencial para el desarrollo de las sociedades, el crecimiento económico y para el mantenimiento de las familias.

Bibliografia.
Ibernagaray, J. (2012). Mujeres en diálogo: Avanzando hacia la despatriarcalización en Bolivia. Carmen Sanchez comp. La Paz, Bolivia: Coordinadora de la Mujer. Editorial Presencia.
Wanderley, F. (2008).Género y desafíos post-neoliberales. Género, etnicidad y trabajo en Bolivia.Revista Umbrales No. 18. La Paz, Bolivia: Plural editores CIDES –UMSA.

No hay comentarios:

Publicar un comentario